lunes, 1 de abril de 2013

PASCUA DE RESURRECCIÓN - "Con sabor a despedida"


Tanto tiempo esperando tu llegada, y el tiempo te acercó por fin hasta nosotros, de nuevo, como lo hace con cada luna llena de Nissán.

Aunque en el fondo no te esperaba tan pronto, llegabas como siempre, tan presumida, envuelta en esa atmósfera que te distingue y te hace única.
Tan secular... Con ese sabor de siglos que traes contigo cuando te acercas perfumada de azahar, con la elegancia de una rosa y la pasión misma del clavel, mientras dibujas filigranas de oro y plata en cada superficie y manchas de sombras la cal de nuestras calles con siluetas dolientes...

Y llegaste... Con la cabeza bien alta, entre el sonido peculiar del torralbo quebrado, la campana o el ronco tambor, el rechinar de las horquillas sobre el asfalto, el quejido que desde el corazón cruza el aire para calmar el pesar del que carga un madero, o simplemente con ese alegre tintineo de las campanillas que cuelgan de los varales de una de esas Niñas que ahogan su pena con el llanto, y que tú sacas a pasear cada primavera.
Envuelta en todos y cada uno de esos sonidos que has ido dejando entre tus gentes, mientras pasabas de puntillas entre nosotros...

Y ahora te vas, tan de repente. Sin darnos cuenta nos dejas, cuando comenzábamos a sentir la esencia de tu presencia. Comienzan tus prisas y te marchas, como haces siempre.
Te excusas con que nos dejas el recuerdo de los ocho días con tu presencia, durante ésta efímera visita que nos regalas anualmente. Te vas sin volver la cara, como si poco te importara, y te alejas.
Se fue...

Puede que para ella todo esté consumado. Para mí, comienza una nueva espera con una extensa cuenta atrás...
Feliz Pascua de Resurrección!

M. Espejo






- Fotografía: Emilio López

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