domingo, 16 de junio de 2013

Nstra. Sra. de Araceli - Época estival 2013

Hace hoy una semana de que Araceli volviera a su casa en la sierra de Aras. Desde entonces, su pueblo quedó huérfano de su celestial presencia y cuenta los días para reencontrarse de nuevo con Ella la próxima primavera...











- Fotografías: M. Carmen Moreno

Nstra. Sra. de la Amargura - Época estival 2013

Amargura, azucena dolorida del Miércoles Santo lucentino...





- Fotografías: Manuel Espejo

Nstra. Sra. del Valle - Época estival 2013

Tan bella como siempre estuvo se presenta para estos meses veraniegos la Santísima Virgen del Valle, porque la que es hermosa siempre lo ha sido y lo seguirá siendo, ya vista con naturales y angulosos pliegues o encajes milimetricamente colocados.

La Reina y Madre que protege a Lucena desde el Valle, luce para este periodo ordinario del calendario litúrgico, el manto rojo de brocados en oro y la saya beige en el mismo tejido ceñida por galón de oro y fajín rojo.









- Fotografías: Manuel Espejo

Nstra. Sra. de Araceli - Romería de Subida

El pasado domingo dia 9 de junio tuvo lugar la popular Romería de Subida de la imagen de María Santísima de Araceli hasta su Real Santuario en la cima de la sierra de Aras tras su estancia por mayo.

Nacía "risueña" la mañana del "hasta pronto", cuando a las siete y media de la mañana la Parroquia de San Mateo ya se encontraba completamente abarrotada del público romero y aracelitano que presenciaría los últimos minutos de la Señora en el interior de San Mateo y la Misa de Romeros acompañada por el Coro "La Buena Gente". Tras la solemne Eucaristía, la cuadrilla compuesta por la Asociación Deportiva de Estudiantes dirigida por Gonzalo Moreno, tomó posesión de las andas plateadas de la Reina de Lucena que comenzaba a navegar en la marea del gentío entre los cantos del Himno y la Salve.
Así en torno a las ocho de la mañana la Virgen serrana salía con destino a su ermita comenzado la gran romería aracelitana que estaría marcada por los cantos populares y los fandangos del pueblo que la quiere y que volvió a tener la suerte de llevarla sobre sus hombros santeros en distintos tramos del recorrido.
La procesión concluyó cerca de las dos de la tarde cuando María Santísima de Araceli cruzó la arcada de su Real Santuario y de nuevo se cantó el Himno y la Salve que también habían estado presentes durante el recorrido.


La Santísima Virgen vistió para este día romero un manto de color beige estampado con motivos florales en brocados de seda de diversos colores y terno en el mismo tejido ceñido a la cintura por su fajín de general. El rostrillo de acantos y una antigua presea de plata de reducidas dimensiones enmarcaba y coronaba a la Reina y Señora de Lucena y todo el campo andaluz.
En cuanto al adorno floral, destacaron las habituales espigas y los novedosos ramilletes en los pináculos del templete recreando el exorno de añejas estampas.



"Qué por ver la alegría de nuestra tierra, se ha subido María sobre la sierra..."














- Fotografías: LucenaHoy.com

sábado, 8 de junio de 2013

Nstra. Sra. de Araceli - "La despedida"

Tan breve se nos hizo mayo con su efímera estancia, que parece que era ayer cuando bajaba vestida de Pastora con la primavera prendida de su pelo... Pero desde ese "ayer" han pasado ya cincuenta días.
Cincuenta jornadas, en las que Lucena ha sentido la presencia de la Madre de Dios más cercana, recibiendo ese calor de Madre dulce y buena que sólo Ella es capaz de trasmitirle a su pueblo, a sus hijos aracelitanos, a los que confían en Ella los ruegos y promesas buscando consuelo en su mirada, en unos ojos que son capaces de decir lo que  jamás sabrían contar las palabras.

Volvió para visitarnos e incluso, desafiando a la tradición, se quedó durante una semana más entre sus gentes, pero a los lucentinos todo ese tiempo nos sabe a poco, los días vuelan a su lado y llegó el día de la despedida. Una despedida que en realidad no es una despedida, sino un hasta pronto, porque aunque vuelva a la sierra, al altar que los ángeles y querubines le tienen preparado en el cielo de su Real Santuario, todos sabemos que las puertas de su casa permanecerán abiertas para recibirnos cuando lo necesitemos, teniendo por seguro que la Divina Emperatriz bajará por un nuevo mes de mayo para devolvernos la visita.
Desde allí seguirá pendiente de cada oveja de su rebaño y nos cubrirá con la protección de su manto. Por eso, sólo le pedimos salud para que podamos seguir viviendo por muchos años más el estremecimiento de los corazones lucentinos cada primer domingo de mayo ante Ella, que todo lo puede. ¡Viva Nuestra Madre!

Que por ver la alegría de nuestra tierra se ha subido María sobre la sierra...

















- Fotografías: Manuel Espejo