Allí en la eminente cima de la sierra de Aras, dónde las nubes acarician la espadaña que clama al cielo, Ella enlaza lo terrenal con lo divino...
Así, en el altar de un cielo de espejos y yeseías, la Soberana, que celebra los 450 años de su estancia en éstas tierras, ejerce su señorío sobre Lucena y los campos andaluces, atendiendo a diario las súplicas de todos los que nos encomendamos a Ésta Reina, que por Navidad se despoja de su corona y todos sus atributos de Reina para mostrar Su perfil más humano.
Una Reina que, rechazando la símbolía que la alza en la Gloria, se presenta como una señorial Dama, ataviada con su traje de camino, pero tan humilde como Aquella muchacha nazarena que una mañana recibía el mensaje de que el mismo Dios rendido ante Su pureza, la elegía entre todas para ser primer sagrario de Cristo y dar a luz a la Luz del mundo.
Es por eso, que Araceli no necesita más que al fruto divino de su vientre, a Esa luz que guía al mundo, en Su regazo, para distinguirse y proclamarse una vez más Bendita entre todas las mujeres y Reina y Señora de todo lo creado.
- Fotografías de D. Jesús Ruíz "Gitanito"
*Pueden encontrar el reportaje completo en el perfil oficial de Facebook de la Real Archicofradía de María Santísima de Araceli: http://www.facebook.com/#!/media/set/?set=a.339583752815300.80989.100002910334120&type=3
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