En la Parroquia de Santiago Apóstol de Lucena, envuelta en la religiosidad y la penumbra de su capilla sacramental recibe culto la imagen de Nuestra Señora de la Soledad, una hermosa dolorosa gubiada por el imaginero sevillano
D. Luis Álvarez Duarte, que vino a sustuitir a las imágenes anteriores que tuvo esta hermandad lucentina, cuyos restos incinerados, se guardan como reliquia en el interior de la talla actual
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La Dolorosa del "eterno luto" viste para este mes de noviembre que pronto se consumará, un austero terno de damasco negro que se remata en Su cintura con un fajín de serpentinescos galones dorados.
El manto en terciopelo negro queda contrastado por el vaporoso tocado y una característica toca calada de sobremanto sobre la que descansa la presea de fabuloso diseño diesiochesco.
- Fotografía: Antonio Bergillos
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