La centenaria efigie corresponde a una imagen de talla completa que en el siglo dieciocho, siguiendo las modas de la época, fue adaptada como muchas otras imágenes marianas para poder ser vestida con ropajes naturales, quedando ocultas las ropas talladas y estofadas en la madera.
Esta Virgen ocupó, probablemente hasta principios del siglo XX, la hornacina central del retablo mayor acompañada por el Santo domínico y representando la escena en la que Esta, se le aparece para entregarle el Santo Rosario como instrumento para fomentar la oración.
Actualmente es la talla de una bella Inmaculada Concepción la que ocupa dicho lugar en el retablo.
Por lo que distinguimos en la fotografía, la gloriosa Virgen poseía una peana tallada y una medía luna que seguramente, al igual que parte de su ajuar, le habrán sido expropiados con el paso del tiempo.
A continuación, les dejamos el reportaje para que vean como está ataviada la Señora para estos días de culto en su honor.
- Fotografías: Manuel Espejo.
No sabía que la Virgen del Rosario precidió el camarín del retablo. El mes de octubre sería mucho más grandioso si se recuperara este paso para las calles lucentinas.
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