Se trata de una túnica totalmente lisa, desprovista de galones y pasamanerías, que está realizada en sarga blanca lo cual, a nuestro modo de ver es la que mejor le sienta, ya que su sencillez y caída realzan aún más si cabe la imagen de este blanco nazareno de rasgos granadinos.
Coronando de espinas sus sienes portó una pieza estrenada este mismo año, realizada en los talleres cordobeses de joyería de Manuel Valera Pérez. La corona presenta pequeñas miniaturas vegetales con diversos significados que la dotan de un amplio simbolismo.
- Fotografías: Manuel Espejo
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