Así pues, la pasada Cuaresma la hermosa Patrona de Lucena y del campo andaluz vistió terno y manto de damasco morado brocado en oro al igual que el vestidito de su divino Niño.
Entre las alhajas que colgaban de su percherín, lucía un corazón con puñales haciendo referencia a los siete dolores de la Santísima Virgen según la profesía de Simeón.
Pero no era este el único símbolo de pasión que lucía Nuestra Patrona ya que en su mano derecha portaba un pañuelo propio de las Virgenes dolorosas.
Detalle de los corazones con puñales de Mª Stma.
de Araceli y su bendito Niño, regalados por la
Cofradía de Servitas en la Subida 2008
Fotografías de Mª Stma. de Araceli: Aantonio J. Bergillos
No hay comentarios:
Publicar un comentario